Nieve de Julio de Concha López Narváez, una historia ambientada en el campo de Andalucía, nos presentó unos personajes cargados de emocionalidad con los que nos resultó muy fácil interactuar.
En esta ocasión, siendo fieles al equilibrio entre dar y recibir, fueron los SuperHéroes y las SuperHeroínas quienes ofrecieron sus superpoderes y, sus herramientas de gestión emoción preferidas, a los personajes para que pudiesen solucionar sus crisis personales y conflictos.
Todo quedó plasmado en un dibujo que convirtieron en puzzles digitales.
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